El “hat-trick” del delantero del Real Madrid fue el cuarto de Argentina en Mundiales, tras los de Guillermo Stabile en 1930 y Gabriel Batistuta en 1994 y 1998. Y fue un reflejo también de un equipo que funcionó mucho mejor que en el 1-0 del debut ante Nigeria.
El inicio del partido mostró a un Di María eléctrico. Asociado con Tevez y Messi, en cuatro minutos ofreció más que en todo el partido ante Nigeria. Tomarse revancha del mal debut en el día en que ya era casi jugador del Real Madrid eran motivaciones más que suficientes.
Messi comenzó por la izquierda, pero, con libertad para moverse por todo el frente de ataque, el astro del Barcelona también probó por la derecha y por el medio, donde haría pronto estragos en la defensa surcoreana, aunque siga sin haberse estrenado en las redes.
El inicio del partido mostró a un Di María eléctrico. Asociado con Tevez y Messi, en cuatro minutos ofreció más que en todo el partido ante Nigeria. Tomarse revancha del mal debut en el día en que ya era casi jugador del Real Madrid eran motivaciones más que suficientes.
Messi comenzó por la izquierda, pero, con libertad para moverse por todo el frente de ataque, el astro del Barcelona también probó por la derecha y por el medio, donde haría pronto estragos en la defensa surcoreana, aunque siga sin haberse estrenado en las redes.
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